En un reciente incidente, la Comisaría Primera de Rafaela tomó medidas para asegurar la investigación sobre la procedencia de una bicicleta que estaba en posesión de un individuo. La intervención se originó a raíz de un desorden familiar en la calle Santiago Shine al 400. Las autoridades, al recibir información sobre el birrodado y su posible relación con un robo, actuaron con rapidez para asegurar su secuestro y permitir una averiguación más detallada.
La situación se desencadenó cuando el personal de la Comisaría Primera fue convocado a la calle Santiago Shine por un conflicto familiar. En el lugar, tuvieron la oportunidad de hablar con una mujer de 27 años que alegó que su expareja estaba en posesión de una bicicleta que podría haber sido robada. La mujer afirmó que su expareja había adquirido la bicicleta por $8.000, y señaló que tenía capturas de pantalla que respaldaban su versión.
Los agentes procedieron a solicitar al individuo en cuestión la documentación que respaldara la propiedad legal de la bicicleta. Sin embargo, este no pudo proporcionar tal documentación, lo que llevó a un punto crucial en el proceso. La situación planteó dudas sobre la procedencia de la bicicleta y su posible vinculación con actividades delictivas.
La rápida respuesta de las autoridades no solo se limitó a la escena, sino que también incluyó la coordinación con la Fiscalía en turno. Ante la necesidad de esclarecer la situación y determinar la legalidad de la bicicleta, la Fiscal ordenó el secuestro del birrodado para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre su procedencia.
Además, se dispuso que el individuo en cuestión fuera notificado y sometido a un proceso de identificación dactiloscópica por el delito de encubrimiento. Esta medida es esencial para garantizar que se lleve a cabo una investigación justa y completa sobre el caso.