La madre del pequeño Yeimar, cuya identidad se preserva, compartió públicamente su angustia y rabia a través de un desgarrador relato
Una escalofriante denuncia radicada en la Comisaría Primera de Esperanza revela un brutal ataque sufrido por un niño de tan solo 6 años, quien fue agredido por un joven de 17 años en un hecho ocurrido en barrio Norte, en inmediaciones de Moreno y Aristóbulo del Valle.
“Ojalá a ningún padre o madre le toque vivir lo que me pasó hoy a mí con mi hijo Yeimar… quienes lo conocen saben la intensidad que él maneja, lo inquieto que es, los años que como mamá dejé mi vida de lado para dedicarme exclusivamente a él. No me da vergüenza decir que mi hijo tiene una discapacidad invisible, diagnosticada, él está medicado. Mientras otros niños disfrutan de juegos, paseos, amigos, él sale de la psicóloga, de la terapista ocupacional, de la fonoaudióloga, de la psicopedagoga. De los cinco días laborales de la semana pasa cuatro en terapias, muchas veces doble turno, y agradezco a cada una de esas terapeutas que están logrando grandes cosas con mi niño, y a los directivos y docentes de la escuela 316 como a las señoritas que lo formaron en sus primeros años en el Jardín 98 y en el jardín especial.”
La indignada madre continuó: “Pero lo que hoy le hicieron a él es violencia. Hoy un vecino le arrancó sus pelos, esos que él tanto ama y cuida, y si fuera un nene normal tampoco se merecería esa violencia. Solo una persona enferma puede castigar a una criatura de esa forma. Y no lo victimizo ni me victimizo.”
La explicación del agresor, según la denuncia, fue que el niño arrojó piedras a una moto que pasó. Ante esto, la madre cuestionó con vehemencia: “¿Con qué derecho le arrancás los pelos a mi hijo, con qué derecho tocás a un menor, quién pensás que sos, que porque tenés 17 años y no podemos hacer nada vas a ir por la vida cag… la vida a los demás?”
La gravedad de la agresión quedó constatada por los médicos, quienes diagnosticaron una lesión en la cabeza con arrancamiento de cabello desde el folículo, lo que derivó en un diagnóstico de alopecia. La incertidumbre sobre si el cabello volverá a crecer en las zonas afectadas genera aún mayor angustia en la familia.
“Y quiero que esto se viralice porque se piensan que toda la vida van a hacer lo que quieren”, exigió la madre, buscando justicia para su hijo.
Finalmente, envió un contundente mensaje a aquellos vecinos que le sugieren mantener a su hijo encerrado: “A los vecinos que me aconsejan que encierre a mi hijo las 24 horas les voy a comunicar que nunca pedí que me lo cuiden y que van a tener que ver a mi hijo como cualquier niño de seis años corriendo y disfrutando, y si rompe algún vidrio, auto o moto como madre me voy a hacer responsable, por un poco de empatía.”