
En un comunicado contundente, Delvis Bodoira confirmó su salida de la Jefatura de ANSES Rafaela, marcando su ruptura con las políticas del partido oficialista La Libertad Avanza (LLA).
La decisión, adelantada días atrás en exclusiva por algunos medios, se da en medio de fuertes críticas hacia “incumplimientos de deberes” por parte de ciertos funcionarios y denuncias de presiones a empleados públicos.
“Falsificar la realidad por órdenes superiores”
Bodoira no ocultó su malestar al señalar que trabajadores de carrera fueron obligados a “falsear la realidad para cumplir con sus superiores por fines desconocidos e inentendibles”. En su mensaje, cuestionó la contradicción entre estos actos y los valores de “Libertad y Probidad” que promueve el presidente Javier Milei.
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Sobre su propia situación, ironizó: “Si hubiera sido ‘AFUERA’ como dicen los liberales, tendríamos acceso a la Resolución de Desafectación del Cargo”, insinuando irregularidades en su proceso de salida. Además, destacó que nunca fue notificado formalmente debido a que se encontraba en licencia.
El respaldo de INSPIRAR y las críticas a LLA
Desde el espacio INSPIRAR, aliado político de Bodoira, respaldaron su postura y rechazaron los métodos de LLA. El diputado provincial Juan Argañaraz, cercano a Amalia Granata, criticó la “presión” del gobierno nacional y defendió la autonomía de Bodoira para priorizar temas locales.
En su despedida, el ahora exjefe de ANSES agradeció a la diputada nacional Romina Diez y a su asesor Agustín Pellegrini, pero reafirmó su decisión de alejarse para enfocarse en “los temas que preocupan a los rafaelinos”.
También elogió a los empleados de la sede local, a quienes calificó como “de lo mejor a nivel regional y nacional”, y mencionó pendientes como el traslado de la oficina frente al Hotel Amerian, gestionado junto a Miassi de Hacendados Rafaela.
Fricciones y descoordinación en el gobierno
El episodio expone las tensiones internas en la administración de ANSES, donde las disputas partidarias chocan con la gestión cotidiana. Bodoira dejó en claro su desacuerdo con los procedimientos de LLA, reivindicando la transparencia y el servicio público frente a lo que consideró “desprolijidades” del oficialismo.
Mientras tanto, su renuncia abre interrogantes sobre el futuro de la oficina en Rafaela y el impacto en los beneficiarios, en un contexto donde la política nacional sigue generando fisuras en las estructuras locales.