Crisis en la Justicia Federal de Santa Fe: Rafaela, un reflejo del colapso

La Justicia Federal en la provincia atraviesa una etapa crítica, con la reciente renuncia del juez Marcelo Bailaque que oficializó la vacancia del Juzgado Federal de Rafaela. Esta situación, que se arrastra desde hace más de cinco años, deja al Juzgado con más de 25.000 expedientes en trámite y sin una cobertura definitiva.

El problema no es exclusivo de Rafaela. De los once juzgados bajo la órbita de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, seis no cuentan con un juez titular. La respuesta del sistema ha sido la subrogación permanente, una práctica donde jueces de otros distritos asumen funciones de manera provisoria, lo que no sólo incumple los plazos legales, sino que también afecta la calidad y agilidad de los procesos judiciales.

En el caso de Rafaela, la subrogancia recaerá ahora en el juez Aurelio Cuello Murúa, mientras que la designación definitiva sigue estancada. La Cámara Federal ha advertido sobre la profundización del colapso del sistema y ha reclamado de forma urgente al Poder Ejecutivo Nacional, al Consejo de la Magistratura y a la Corte Suprema que tomen medidas.

“La vacancia del 55% de los juzgados no es compatible con un servicio de justicia eficiente ni adecuado”, sostuvo la jueza Silvina Andalaf, quien además denunció que esta modalidad se ha vuelto crónica, con tribunales sin jueces desde hace más de ocho años.

Los números son contundentes: el Juzgado Federal de Rafaela acumula 25.163 causas activas. A esto se suma la carga generada, desde mayo de 2024, por la implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal. En ciudades como Rafaela y Santa Fe, donde aún no se han designado jueces de garantías, el fuero pleno asume también esas funciones sin personal adicional.

Paralelamente, preocupa el desequilibrio entre las tareas asumidas por los jueces de garantías y los de juicio y ejecución. Datos oficiales revelan que los seis jueces de garantías federales activos atendieron 342 carpetas y encabezaron más de 800 audiencias, mientras que los once jueces del Colegio de Juicio y Ejecución intervinieron en solo 21 audiencias.

Desde la Cámara Federal se solicitó que se evalúe utilizar jueces de juicio para cubrir vacantes en los juzgados de garantías, donde se concentra el mayor volumen de trabajo. Sin embargo, sin designaciones concretas, la sobrecarga y la lentitud seguirán afectando a miles de personas.

Rafaela no es una excepción. Es, por el contrario, un punto clave dentro de un sistema judicial federal que se encuentra, según sus propios integrantes, “al borde del colapso”.