La investigación podría destapar una red internacional de explotación.
La fiscal Daniela Dupuy reveló que los hermanos Germán y Sebastián Kiczka están gravemente comprometidos en la causa por pedofilia en Misiones, tras el hallazgo de más de 600 videos de abuso sexual infantil en sus dispositivos.
El caso de pedofilia que involucra al ex diputado misionero Germán Kiczka y su hermano Sebastián ha dado un giro alarmante.
La fiscal Daniela Dupuy, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, confirmó que durante los allanamientos realizados en enero, se encontraron archivos extremadamente perturbadores en los dispositivos tecnológicos incautados.
Material Comprometedor: Pruebas Incriminatorias
Según Dupuy, los dispositivos secuestrados en los allanamientos contienen más de 600 videos de abuso sexual infantil, involucrando a bebés recién nacidos, niños y adolescentes.
Este descubrimiento agrava la situación de los hermanos Kiczka, quienes están acusados de posesión y distribución de material de abuso sexual infantil.
La fiscal fue contundente al afirmar que “no hay dudas en la investigación” y que tanto Germán como Sebastián Kiczka “están complicados” debido a las pruebas halladas.
Una Investigación de Alcance Internacional
El caso no se limita solo a los hermanos Kiczka. La investigación, que comenzó en enero tras una alerta de la organización estadounidense NCMEC (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados), ha revelado la posible existencia de una red internacional de explotación sexual infantil que involucra a 15 países.
La fiscal Dupuy subrayó que detrás del legislador Kiczka podría haber una organización más amplia dedicada a la explotación sexual de menores.
Implicaciones Futuras: ¿Consumidores o Productores?
La fiscalía está llevando a cabo un análisis exhaustivo de cada uno de los videos encontrados. Este análisis será crucial para determinar si los hermanos Kiczka eran solo consumidores del material de abuso sexual infantil o si también estaban involucrados en su producción.
La respuesta a esta pregunta podría tener graves consecuencias legales para los acusados y podría destapar una red aún más amplia de explotación sexual infantil.