La encefalitis equina del Oeste cobra su primera víctima fatal en la provincia de Buenos Aires, dejando consternación y activando medidas sanitarias para contener la propagación del virus.
En un trágico suceso, una mujer de 74 años se convirtió en la primera víctima mortal de la encefalitis equina del Oeste en la provincia de Buenos Aires. La paciente, que presentaba comorbilidades, residía en un área semirrural y comenzó a experimentar síntomas a mediados de diciembre. A pesar de recibir atención médica y ser ingresada en estado regular, su condición se deterioró rápidamente, requiriendo cuidados intensivos y asistencia ventilatoria mecánica en las primeras 48 horas.
Hasta el momento, se han confirmado 10 casos de encefalitis equina en la provincia, distribuidos en localidades como General Viamonte, Junín, Leandro N. Alem, Arrecifes, Baradero, La Plata, Ramallo, Campana y Bragado. La situación ha generado alarma en las autoridades sanitarias, quienes han desplegado operativos territoriales para hacer frente a la propagación del virus.
Los operativos incluyen la fumigación de las zonas afectadas, la búsqueda activa de casos sintomáticos y la difusión de medidas preventivas. El Ministerio de Salud ha recomendado a la población utilizar repelente para insectos de manera periódica, colocar telas o mosquiteros en puertas y ventanas, vestir ropa clara, utilizar espirales en espacios exteriores, desmalezar áreas verdes, evitar la acumulación de agua y retirar o resguardar bajo techo recipientes y objetos que puedan convertirse en criaderos del mosquito transmisor.
La encefalitis equina del Oeste es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, y su impacto puede ser grave, especialmente en personas de edad avanzada o con condiciones de salud preexistentes.
La comunidad se encuentra en alerta, y las autoridades sanitarias instan a la colaboración ciudadana para prevenir la propagación del virus y proteger a la población vulnerable. Se espera que las medidas implementadas logren contener la situación, pero la vigilancia y la conciencia pública son esenciales en la lucha contra esta enfermedad.