
La violencia armada volvió a golpear a Villa Gobernador Gálvez este martes por la noche, cuando dos viviendas de una misma cuadra fueron atacadas a balazos, dejando como saldo a dos menores heridos.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:40 horas en Pasaje Malargüe, a la altura de los números 2746 y 2777, y encendieron nuevamente las alarmas por la escalada de inseguridad en la zona.
En la primera vivienda, Alexander, un adolescente de 14 años, resultó herido con un disparo en la mano y otro por roce en el tórax. En tanto, Eluney, una niña de 6 años, sufrió un impacto superficial en la frente.
Ambos menores fueron trasladados al Hospital Gamen de la ciudad, donde recibieron atención médica y, afortunadamente, se encuentran fuera de peligro.
Según relataron familiares de las víctimas, los disparos comenzaron mientras los niños se encontraban dentro de la casa. La policía, que arribó minutos después del tiroteo, encontró 14 vainas servidas de calibre 9 milímetros en la zona, además de dos impactos de bala en el frente de la vivienda. En la otra casa, ubicada en el número 2777, se hallaron tres impactos de bala en la fachada.
A pesar de la violencia del ataque, los residentes de ambas viviendas aseguraron que nunca antes habían vivido una situación similar. Sin embargo, la cuadra ya ha sido escenario de otros episodios de balaceras, lo que ha generado una creciente preocupación entre los vecinos por la escalada de violencia en el barrio.
Las autoridades están investigando si este nuevo ataque podría estar relacionado con otros incidentes delictivos recientes en Villa Gobernador Gálvez. Mientras tanto, el hecho ha reavivado el debate sobre la inseguridad en la región y la necesidad de reforzar las medidas para proteger a la comunidad, especialmente a los más vulnerables.
Este episodio no solo deja en evidencia la fragilidad de la seguridad en la zona, sino que también pone de manifiesto el impacto que la violencia tiene en la vida cotidiana de las familias, que ven cómo sus hogares se convierten en escenarios de un conflicto que parece no tener fin.