Después de la polémica generada por el aterrizaje del nuevo avión presidencial en su llegada a la ciudad de Buenos Aires, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) abrió un expediente para analizar las maniobras realizadas por los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone.
La llegada del nuevo avión presidencial ARG-01, un Boeing 757-200 que reemplazará al icónico Tango 01, ha estado envuelta en polémica debido a una maniobra arriesgada realizada durante el aterrizaje.
En las comunicaciones del vuelo, se puede escuchar cómo el comandante interpreta erróneamente las indicaciones de los controladores aéreos, corrigiendo el curso posteriormente. Esta maniobra puso en peligro a otros aviones comerciales que se encontraban cerca de aterrizar en el Aeroparque Jorge Newbery.
El ex piloto de Aerolíneas Argentinas, Jorge Polanco, ha expresado su opinión sobre el incidente, señalando que el accionar del piloto podría haber provocado una tragedia. Las imágenes que circulan muestran al nuevo avión presidencial inclinándose pronunciadamente hacia su lado izquierdo, llegando a estar a tan solo 10 o 15 metros del suelo.
Cabe destacar que el aterrizaje se realizó en sentido contrario a la dirección indicada debido a las condiciones del viento.
Una vez finalizado el análisis del aterrizaje, la autoridad aeronáutica, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, presentará su informe al ministro Diego Giuliano, quien posteriormente se encargará de gestionar el caso con el Ministerio de Defensa o con el presidente.
En los audios del vuelo, se puede escuchar cómo el piloto de otra aeronave solicita cambiar la altitud debido a las turbulencias y a las inclemencias climáticas presentes en ese momento sobre la Ciudad de Buenos Aires.
A pesar de que el avión no transportaba al presidente Alberto Fernández, quien se encontraba de descanso en Chapadmalal, el comandante insistió en solicitar autorización a los controladores para realizar la maniobra, recibiendo advertencias en repetidas ocasiones.
Una vez en tierra, el piloto informó a los controladores que se dirigiría hacia la plataforma militar. Las sanciones correspondientes a la tripulación del ARG-01 están bajo la jurisdicción del Ministerio de Defensa, ya que los pilotos volaron con matrícula militar.
Este incidente ha generado preocupación en el ámbito de la aviación y ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad en los vuelos, especialmente cuando se trata de aeronaves oficiales.
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