
Este martes, un estudiante de la Escuela N° 316 “Guillermo Lehmann” en Esperanza (Santa Fe) realizó una llamada falsa alertando que una persona se estaba ahogando. Inmediatamente, se activó el protocolo de emergencia:
Una ambulancia del SIES 107 y patrulleros policiales acudieron al lugar. Al llegar, no encontraron ningún caso real y confirmaron que era una broma de un alumno.
Consecuencias de la falsa alarma
🔹 Desperdicio de recursos públicos: Combustible, personal y tiempo de servicios clave.
🔹 Riesgo para otras emergencias: Podrían haber demorado atención a una urgencia real.
🔹 Posibles sanciones: Aunque se trata de un menor, estas acciones suelen derivar en charlas educativas o medidas disciplinarias (dependiendo de la gravedad y la legislación local).
Contexto
Este tipo de bromas, aunque puedan parecer “inocentes”, son delitos en muchas jurisdicciones (ej.: artículo 211 del Código Penal Argentino, que penaliza las falsas denuncias). En otros países, los autores de llamadas falsas a emergencias han enfrentado multas o incluso cargos penales.
Ojalá el caso sirva para concientizar a los jóvenes sobre el impacto de estas acciones y la importancia de usar responsablemente los sistemas de emergencia.