
El anuncio de abdicación de la reina Margarita II de Dinamarca ha sacudido al país nórdico, marcando un hito histórico y generando sorpresa y reconocimiento hacia una monarca que ha ostentado el trono durante 52 años. La noticia fue dada a conocer en su discurso de fin de año el 31 de diciembre, y desde entonces ha ocupado titulares y desatado discusiones sobre su legado y el futuro de la monarquía danesa.
La reina Margarita, la monarca más popular de las casas reales europeas, decidió retirarse el próximo 14 de enero en favor de su primogénito Federico, poniendo fin a una era de más de cinco décadas en el trono. La decisión ha desencadenado debates sobre la credibilidad y popularidad de la reina, ya que Dinamarca no ha experimentado una abdicación desde que se convirtió en monarquía hereditaria en 1660.
En su discurso, Margarita II, de 83 años, mencionó su edad y una reciente operación de espalda como razones para su retiro, agregando que considera que es el momento adecuado para dar paso a la siguiente generación. La noticia tomó desprevenida a muchos, incluso a la primera ministra Mette Frederiksen, quien tuvo que reescribir su discurso de Año Nuevo al enterarse de la abdicación.
La reina goza de un amplio apoyo en Dinamarca, con el 70% de la población respaldando la monarquía y un 84% teniendo una imagen positiva de la reina y del príncipe Federico, según un sondeo reciente. Se destaca que Margarita II ha logrado crear una monarquía moderna y apreciada por la mayoría de los daneses, lo que contrasta con otras casas reales europeas.
La abdicación de Margarita II ha tenido eco en países vecinos como Suecia y Noruega, donde se especula sobre posibles repercusiones en sus monarquías. La noticia también ha resonado en Australia, ya que la ascensión al trono de Federico X convertirá a la princesa Mary, originaria de Australia, en reina.
La familia real danesa celebró la tradicional recepción de Año Nuevo en el palacio de Amalienborg, marcando la última y más importante gala presidida por la reina Margarita II. La ceremonia reunió a miembros del Gobierno y representantes de la Dinamarca oficial en un evento que ha sido parte de la tradición danesa durante siglos.
La abdicación de Margarita II deja a Dinamarca en un momento de transición y expectación sobre el futuro de la monarquía bajo el liderazgo de Federico X, mientras la reina se despide después de cinco décadas de servicio a su país.