Santa Fe: La justicia aumenta la pena a agresor sexual

En una sentencia que ha marcado un importante precedente en la ciudad de Santa Fe, un tribunal de segunda instancia ha incrementado la pena de prisión para Julio César Rizza, de 64 años, condenándolo a 10 años de prisión por delitos contra la integridad sexual.

Estos delitos, cometidos en perjuicio de la hija menor de edad de la pareja del agresor, han sacudido a la comunidad local y han generado un debate sobre la protección de los menores y la justicia en casos de abuso sexual.

La historia judicial de Julio César Rizza comenzó con una condena de 8 años de prisión en primera instancia en mayo de este año. Tanto la Fiscalía como la Defensa apelaron la sentencia, lo que llevó al caso a una audiencia de apelación en los tribunales de la capital provincial. La Fiscalía estuvo representada por las fiscales Luciana Escobar Cello y Jorgelina Mosser Ferro, así como por el fiscal Matías Broggi.

La víctima, quien ahora es mayor de edad, desempeñó un papel crucial en el proceso judicial. Fue ella quien inicialmente presentó la denuncia que desencadenó la investigación, y en la audiencia de apelación, reafirmó su deseo de que Rizza fuera privado de su libertad.

A pesar de que la solicitud de prisión preventiva fue rechazada en primera instancia y en segunda instancia, la Fiscalía no se rindió. Después de la decisión de la Alzada, presentaron nuevamente la solicitud ante el juez Sergio Carraro, quien finalmente aceptó el pedido, llevando a la detención de Rizza.

Los jueces de segunda instancia, Sebastián Creus, Enrique Álvarez y Jorge Andrés, consideraron acreditado el delito de corrupción de menores, un delito que los magistrados a cargo del juicio oral habían desestimado en primera instancia. Esta acreditación llevó al aumento de la pena de 8 a 10 años de prisión.

En relación al testimonio de la joven víctima, los camaristas rechazaron las objeciones de la Defensa. Argumentaron que en casos de abuso sexual intrafamiliar reiterado, no se puede exigir que la víctima recuerde cada detalle de los hechos, ya que se trata de conductas crónicas repetitivas. Afirmaron que la versión de la víctima, incluso con imprecisiones, es suficiente para establecer la culpabilidad del agresor.

El caso de Julio César Rizza es un recordatorio de la importancia de proteger a los menores y de la necesidad de que la justicia actúe con firmeza en casos de abuso sexual. Los delitos cometidos durante cinco años en un camping y en distintas viviendas han dejado cicatrices en la víctima, afectando tanto su salud física como psicológica.

Finalmente, Rizza fue condenado a 10 años de prisión como autor de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la convivencia y promoción a la corrupción de menores agravada por la convivencia y la edad de la víctima. Este veredicto refleja un importante avance en la búsqueda de justicia y protección para las víctimas de abuso sexual en la ciudad de Santa Fe.

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