Desaceleración de la Inflación en noviembre: Un respiro económico

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha informado que la inflación de noviembre fue del 2,4%, marcando un notable descenso en el alza de los precios al consumidor.

Este índice mensual es el más bajo registrado desde julio de 2020, lo que representa un respiro económico significativo. El incremento acumulado en los últimos 12 meses alcanzó el 166%, una cifra que sigue siendo alarmante, pero que muestra una tendencia a la desaceleración.

Contexto y Proyecciones

El descenso de la inflación en noviembre ha sido recibido con cautela tanto por el Gobierno como por el mercado, que anticipaban una cifra inferior al 3%.

En octubre, el aumento mensual del 2,7% ya había sido el menor en casi tres años, con un acumulado interanual del 193%. Este descenso continuo se atribuye, en parte, a la moderación en los aumentos de tarifas y un tipo de cambio oficial ajustado a un ritmo mensual del 2%.

Entre los sectores que registraron mayores incrementos durante noviembre se destacan los combustibles, con subas entre el 2,8% y el 3,2%; las tarifas de servicios básicos como electricidad y gas, con aumentos cercanos al 2,5%; y los servicios de salud, como las prepagas, con ajustes promedio del 5%.

Estos incrementos moderados han sido cruciales para mantener la inflación en niveles relativamente bajos dentro del contexto actual.

Factores Clave y Perspectivas Futuras

El impacto moderado de los aumentos en tarifas y un control más estricto del tipo de cambio han sido factores clave para esta desaceleración.

Además, la implementación de políticas económicas más prudentes ha contribuido a estabilizar los precios al consumidor. No obstante, los desafíos persisten, y será fundamental que el Gobierno mantenga estas políticas para evitar un repunte inflacionario.

Es importante destacar que, aunque la inflación ha mostrado una tendencia a la baja, el contexto económico sigue siendo frágil. Los próximos meses serán decisivos para consolidar esta desaceleración y garantizar una estabilidad duradera en los precios al consumidor.

En resumen, la disminución de la inflación en noviembre representa un avance alentador. Sin embargo, es crucial que se continúen implementando políticas económicas efectivas para consolidar esta tendencia y brindar un respiro económico duradero a la población.