En una votación realizada en el máximo tribunal de Argentina, Horacio Rosatti fue reelegido como presidente de la Corte Suprema de Justicia por un período de tres años más.
La decisión contó con el respaldo de los jueces Carlos Rosenkrantz, quien continuará como vicepresidente, y Juan Carlos Maqueda, quien propuso la reelección. El magistrado Ricardo Lorenzetti optó por abstenerse de la votación, manteniéndose al margen del proceso.
La reelección de Rosatti no generó sorpresas, ya que las dos alternativas que se barajaban eran su continuidad o un enroque con Rosenkrantz, lo cual no se materializó.
El contexto de esta renovación de autoridades se da mientras el Senado debate los pliegos de dos posibles futuros miembros de la Corte: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
El Futuro de la Corte con la Posible Salida de Maqueda
Uno de los puntos clave que se avecinan para la Corte es el retiro de Juan Carlos Maqueda, quien cumplirá 75 años este año y deberá abandonar su puesto, en cumplimiento de los límites de edad establecidos para los jueces.
Sin embargo, existe especulación sobre un posible “operativo clamor” que podría permitir la continuidad del juez, pese a que el gobierno ya ha emitido un comunicado anticipando su jubilación.
Ariel Lijo es uno de los nombres que suenan con fuerza para ocupar una de las vacantes que dejaría Maqueda. No obstante, en caso de que su salida no se cubra de inmediato, la Corte podría funcionar durante un tiempo con solo tres jueces, una situación que no inquieta demasiado a los miembros actuales, ya que existe un sistema de conjueces preparado para intervenir en casos necesarios.
Este sistema, basado en un sorteo entre los 26 presidentes de las Cámaras Federales, ha sido estructurado de manera transparente, con cámaras filmando todo el procedimiento.
Mayoría Simple para Decisiones Clave
Es importante destacar que, en la estructura actual de la Corte, las decisiones de superintendencia, que son fundamentales para la organización interna del Poder Judicial, se toman con la mayoría de tres votos.
Aunque cada juez tiene un voto igualitario, las decisiones de superintendencia tienen un peso estructural en el funcionamiento del sistema judicial.
La posibilidad de que la Corte, en un futuro próximo, tenga que recurrir a conjueces de manera recurrente podría generar ruido en las decisiones que afecten al Gobierno, especialmente en lo referente a fallos judiciales.
Las autoridades estarán atentas a cómo se resuelven estos escenarios en un tribunal que, por un tiempo, podría operar con menos miembros titulares.