Ayer, personal de la Agrupación Cuerpos fue llamado a la calle Campoamor y La Plata por un aviso sobre una bicicleta presuntamente abandonada. ¿Qué pasó?
Al llegar, se encontraron con el equipo de la GUR que ya estaba al tanto del tema. Después de una búsqueda sin éxito para dar con el propietario, decidieron hablar con el fiscal y procedieron a secuestrar la bici para cuidarla.
Pero ahí no termina la historia. Justo cuando estaban por trasladarla, apareció un hombre que les preguntó si habían encontrado una bicicleta que su hijo había dejado olvidada al salir de la escuela. Al describirla, ¡resultó ser la misma que llevaban!
Así que, tras consultar nuevamente al fiscal, se decidió devolver la bici a su dueño. ¡Un final feliz que demuestra que siempre hay lugar para la solidaridad en nuestra ciudad!