Se trata de Diego Martín Rodríguez, de 24 años. Hirió a una mujer con un cuchillo, le sustrajo un teléfono celular y la amedrentó en el lugar en el que ella vive. La investigación estuvo a cargo de la fiscal María Lucila Nuzzo.
Un hombre de 24 años identificado como Diego Martín Rodríguez fue condenado a cinco años de prisión por haber cometido un robo con un arma blanca en Santo Tomé.
Así lo dispuso la jueza Celeste Minniti, en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial.
La fiscal que realizó la investigación y representó al MPA en la audiencia en la que se resolvió la condena es María Lucila Nuzzo.
Cuchillo de cocina
“El domingo 26 de noviembre del año pasado aproximadamente a las 23:00, el condenado ingresó violentamente a una vivienda a la que se accede a través de un pasillo y se apoderó ilegítimamente de un teléfono celular”, relató Nuzzo.
“Al advertir lo que sucedía, una mujer que reside en el lugar intentó evitar el robo mediante un forcejeo con el atacante”, planteó la fiscal.
“En ese marco, él tomó un cuchillo de cocina tipo serrucho y comenzó a tirar puntazos hacia la víctima, a quien además golpeó en diferentes partes del cuerpo”, especificó.
Asimismo, precisó que “si bien luego de la pelea Rodríguez se fue del domicilio con el dispositivo móvil en su poder, pocos días después regresó para amedrentar a la mujer”.
Al respecto, sostuvo que “durante alrededor de 20 minutos, pateó la puerta de entrada al inmueble”, y puntualizó que “al oír que la víctima gritaba pidiendo auxilio, se alejó con el fin de procurar su impunidad”.
Allanamiento
La representante del MPA detalló que “el condenado fue detenido el martes 5 de diciembre del año pasado en un allanamiento que se concretó en Santo Tomé”.
Según resaltó, “los agentes policiales que estuvieron a cargo del operativo encontraron el teléfono celular que había sido sustraído y la víctima pudo recuperarlo”.
Juicio abreviado
Rodríguez reconoció su responsabilidad penal como autor del delito de robo calificado (por el uso de arma) y amenazas.
A su vez, junto con su abogada defensora, aceptó la atribución delictiva, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
Por su parte, la mujer que resultó víctima fue notificada sobre lo dispuesto y expresó su conformidad.