Un joven se presentó ante la policía para informar que había visto su bicicleta robada

En un reciente episodio relacionado con un hurto denunciado el 26 de junio de 2024 en la Comisaría 13° de Rafaela, se produjo un importante avance en la investigación. Un joven de 20 años se presentó ante las autoridades policiales para informar que había reconocido su bicicleta, previamente robada, en la esquina de las calles Ciudad de Esperanza y Edison. El individuo que portaba la bicicleta tenía una campera inflable de color azul.

Los agentes de la Comisaría 13° acudieron al lugar, pero lamentablemente la bicicleta ya no se encontraba allí. Sin embargo, no se dieron por vencidos. La hermana de la víctima también se presentó en la comisaría y confirmó que su hermano había identificado la bicicleta en manos del sospechoso de la campera azul. Antes de seguir al individuo, este último le pidió a la hermana que informara a la policía.

Con la colaboración de las unidades móviles y la hermana de la víctima, los agentes regresaron al lugar. Observaron a un joven con una campera azul inflable ingresando a una vivienda en la calle Tucumán, frente a la comisaría. Al consultarle, el individuo admitió haber entrado con una bicicleta blanca. La bicicleta en cuestión era una Mountain Bike, recientemente pintada de blanco con partes de la pintura aún frescas. La hermana de la víctima afirmó que coincidía con la bicicleta robada, incluyendo el asiento.

Además, en el patio de la vivienda, los agentes notaron la presencia de un cuadro de bicicleta de color naranja y una llanta Slp de color negro con cuatro rayos rojos y los demás de color negro. Estos elementos levantaron sospechas de estar relacionados con actividades ilícitas.

El menor de edad que se encontraba en la vivienda confesó espontáneamente que habían comprado la bicicleta a través de Facebook, sin proporcionar más detalles. Ante la consulta sobre la presencia de algún mayor de edad en la finca, el menor respondió negativamente. Por lo tanto, los agentes esperaron en la vereda hasta que se presentara un morador mayor de edad.

La fiscal en turno ordenó una requisa y el secuestro de la bicicleta y las demás partes encontradas en el patio para determinar su procedencia. Posteriormente, se presentó un joven de 18 años (hermano del menor de edad) en el lugar y autorizó la requisa domiciliaria. Como resultado, se secuestró la bicicleta mencionada anteriormente, así como el cuadro de bicicleta y la llanta.