En un emocionante enfrentamiento que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos, Central logró una victoria contundente sobre Newell’s Old Boys en el clásico rosarino. El Estadio Gigante de Arroyito, también conocido como El Coloso, fue testigo de una batalla épica entre los dos equipos más emblemáticos de la ciudad.
El partido
El domingo 25 de febrero, a las 19:45 horas, los hinchas se congregaron en el Coloso para presenciar el enfrentamiento. Las gradas vibraban con la pasión de miles de seguidores, ansiosos por ver quién se alzaría con la gloria en este duelo histórico.
Desde el pitido inicial, ambos equipos mostraron su determinación. Central, dirigido por su estratega experimentado, Juan Pablo Vojvoda, desplegó un juego ofensivo que mantuvo a la defensa de Newell’s en alerta constante. Los ataques rápidos y las combinaciones precisas pusieron a prueba al arquero rival.
Por otro lado, Newell’s, bajo la dirección de Fernando Gamboa, no se quedó atrás. Los leprosos lucharon con garra y corazón, buscando abrir el marcador. Sin embargo, la sólida defensa de Central y las intervenciones del portero Jorge Broun frustraron sus intentos.
El gol decisivo
El momento culminante llegó en el segundo tiempo. Un centro preciso desde el costado derecho encontró la cabeza de Marco Ruben, el capitán de Central. Con un cabezazo impecable, Ruben envió el balón al fondo de la red, desatando la euforia en las gradas. El Coloso tembló con el grito de los hinchas canallas.
Newell’s intentó reaccionar, pero la defensa de Central se mantuvo firme. El pitido final confirmó la victoria para el equipo auriazul, que se quedó con el clásico rosarino y se ganó un lugar en la historia del fútbol local.
Celebración y reflexión
Tras el partido, los jugadores de Central se abrazaron en el campo, compartiendo la alegría de la victoria. Los hinchas coreaban el nombre de sus ídolos mientras las luces del estadio iluminaban la noche. Por otro lado, los seguidores de Newell’s expresaron su desilusión, pero también su orgullo por el esfuerzo de su equipo.
Este clásico nos recuerda la pasión que despierta el fútbol en Rosario. Más allá de los resultados, es un encuentro que une a toda una ciudad, donde las rivalidades se mezclan con la camaradería y la historia se teje en cada jugada.
El Coloso seguirá siendo testigo de emociones intensas, y los hinchas esperan ansiosos el próximo enfrentamiento entre estos dos gigantes del fútbol argentino.