El penitenciario federal de Marcos Paz se convierte en escenario de una trama criminal que involucra al recluso Francisco Ezequiel ‘Fran’ Riquelme, quien habría ofrecido $300 mil a jóvenes detenidos en Rosario para llevar a cabo amenazas contra el gobernador Maximiliano Pullaro.
Desde la cárcel, este individuo también se sospecha de ordenar ataques a una comisaría y una escuela. La investigación, liderada por el fiscal Franco Carbone, desvela detalles de un plan macabro gestado tras las rejas.
“Oferta de Dinero desde la Cárcel: Amenazas a Pullaro”
La trama criminal se desentraña con la revelación de que ‘Fran’ Riquelme, actualmente recluso en el penal de Marcos Paz, habría ofrecido la suma de $300 mil a jóvenes detenidos en Rosario para llevar a cabo amenazas contra el gobernador Maximiliano Pullaro. Este oscuro plan se tejía desde las entrañas de la prisión, evidenciando conexiones entre el mundo carcelario y acciones delictivas en libertad.
“Ataques Planeados y Ejecutados: Descripción de los Hechos”
La Fiscalía encabezada por Franco Carbone atribuye a Riquelme la instigación y planificación de varios ataques. En un primer episodio, el 22 de diciembre de 2023, tras no permitírsele recibir visitas en el complejo penitenciario de Ezeiza, Riquelme amenazó al personal del Servicio Penitenciario Federal. Cinco días después, el 27 de diciembre, coordinó un ataque armado a la comisaría 19 en Rosario, efectuando al menos siete disparos y dejando una nota manuscrita en la escena del crimen.
“Orden desde la Cárcel: Ataque a Domicilio”
La pesquisa judicial también revela que Riquelme, desde su celda en Ezeiza, utilizó una línea telefónica para ordenar un ataque armado contra el domicilio de una víctima y su familia. A través de mensajes intimidantes, exigió la devolución de un arma de fuego, orquestando un ataque que se materializó en los primeros minutos del 15 de diciembre.
“Justicia Actúa: Prisión Preventiva y Restricciones”
Ante las pruebas presentadas por la Fiscalía, la Justicia dispuso la prisión preventiva efectiva por al menos dos años para Riquelme. Además, avaló las restricciones solicitadas por la Fiscalía, incluyendo limitaciones en las comunicaciones telefónicas y visitas organizadas con antelación a través de blindex.
Este oscuro entramado delictivo, gestado desde las paredes de la cárcel, pone de manifiesto la complejidad de mantener la seguridad tanto dentro como fuera de las instituciones penitenciarias, evidenciando la necesidad de medidas efectivas para evitar la conexión entre criminales tras las rejas y actividades ilícitas en el mundo exterior.