Un insólito caso de mal manejo de fondos públicos y fraude involuntario sacudió a la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos.
Un error administrativo en el hospital Felipe Heras derivó en una transferencia de más de 7 millones de pesos a la cuenta equivocada, y la persona que recibió el dinero decidió aprovecharlo de inmediato para hacer compras significativas.
A pesar de sus intentos de gastar el dinero rápidamente, el desenlace no le fue favorable y terminó siendo allanado y denunciado.
El incidente ocurrió el pasado 3 de octubre, cuando un empleado administrativo del hospital realizó una transferencia errónea de 7.500.000 pesos a la cuenta de un hombre que no era el destinatario previsto, un presunto proveedor.
Ocho días más tarde, el 11 de octubre, el error fue descubierto y se presentó una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal. En ese lapso, el beneficiario había actuado con rapidez, utilizando el dinero recibido para realizar varias compras, incluida la adquisición de un automóvil.
El fiscal Mauricio Guerrero, a cargo de la investigación, solicitó que el banco del beneficiario embargara la cuenta para intentar recuperar parte de los fondos.
Sin embargo, el hombre ya había transferido dinero a familiares y solo quedó un saldo de 150.000 pesos disponible para ser embargado.
Con la denuncia en marcha y las pruebas recabadas, el Juez de Garantías Ives Bastian ordenó un allanamiento en el domicilio del hombre de 45 años, quien había recibido el dinero por error.
El operativo fue ejecutado por la División Investigaciones de la policía local, junto con el fiscal Guerrero, en una vivienda ubicada en la calle Mario Gatto y Cortada Alvear.
Durante el allanamiento, las autoridades lograron secuestrar 427.300 pesos en efectivo, seis teléfonos celulares, dos notebooks, y un Chevrolet Celta que el hombre había adquirido con parte del dinero transferido.
También se encontraron dos boletos de compra-venta del vehículo en cuestión, lo que reforzó las sospechas de que la compra fue realizada utilizando los fondos transferidos erróneamente.
A pesar de que la investigación sigue su curso, este caso ha dejado al descubierto las vulnerabilidades en los sistemas administrativos y la necesidad de mayor control en las transferencias realizadas por organismos públicos.
Lo que parecía un error inocente ha desatado un complejo proceso legal que involucra tanto al hospital como al beneficiario, quien deberá enfrentar consecuencias penales por el uso indebido del dinero.