En una noche que parecía tranquila en las calles de Sunchales, un descubrimiento inesperado llevó a una intervención policial. El protagonista: una moto en estado de abandono, con señales de violencia y misterio.
El Grupo de Operaciones Tácticas, en plena recorrida, recibió una comisión urgente del Comando Radioeléctrico. La ubicación: la intersección de las calles Zeballos y Santa Fe. El motivo: un motovehículo que yacía solo y desatendido.
Al llegar al lugar, los uniformados se encontraron con una escena intrigante. La moto presentaba signos de violencia en su cableado, específicamente en la conexión entre la bobina y el tambor de ignición. ¿Qué había ocurrido? ¿Por qué estaba abandonada?
El sistema Cóndor, utilizado para verificar pedidos de secuestro, no arrojó resultados positivos. Además, no se encontró ninguna denuncia sobre la falta de la moto. En medio de este enigma, los oficiales se comunicaron con la fiscal en turno.
La orden fue clara: formal secuestro del birrodado para investigar su verdadera procedencia. ¿Un robo no denunciado? ¿Un misterio sin resolver? Las actuaciones continúan mientras se intenta descifrar el enigma detrás de esta moto solitaria.