En un avance sin precedentes para las comunicaciones interplanetarias, la NASA ha logrado recibir un video enviado desde 31 millones de kilómetros de distancia.
Este hecho histórico fue posible gracias a la sonda espacial Psyche y el innovador Sistema de Comunicaciones Ópticas del Espacio Profundo (DSOC).
La sonda Psyche, lanzada en 2023 para explorar un asteroide metálico, protagonizó un experimento que dejó boquiabiertos a científicos e ingenieros.
La misión transmitió un video de 15 segundos que llegó a las instalaciones del Jet Propulsion Laboratory (JPL) en menos de 2 minutos, un logro que sienta las bases para un futuro en el que los datos espaciales fluyan más rápido que nunca.
Este experimento fue diseñado para probar el DSOC, una tecnología láser que permite transmitir datos a velocidades sin precedentes desde las profundidades del espacio. La transmisión fue tan eficiente que superó a muchas conexiones de banda ancha terrestres. Según Pam Melroy, Administradora Adjunta de la NASA, “este logro es un paso crucial hacia el futuro de las misiones interplanetarias”.
La clave del éxito radica en la tecnología óptica del DSOC. A diferencia de los sistemas tradicionales de radio, que tienen límites en su capacidad de transmisión, este sistema láser puede enviar datos a velocidades de hasta 1.2 gigabits por segundo. En este caso, un video que recorrió 31 millones de kilómetros llegó a la Tierra en apenas 101 segundos, estableciendo un nuevo estándar para la comunicación espacial.
El DSOC convierte datos digitales en señales de luz que son emitidas desde el espacio. En la Tierra, telescopios y módems especiales reciben estas señales y las convierten nuevamente en datos. Esta tecnología no solo aumenta la velocidad de transmisión, sino que también permite enviar imágenes y videos en alta definición, algo esencial para misiones que se adentren más allá de Marte.
La misión Psyche, que despegó en 2023, tiene como objetivo estudiar un asteroide con el mismo nombre, ubicado entre Marte y Júpiter.
Este asteroide metálico podría ofrecer información única sobre la formación de planetas como la Tierra, ya que se cree que es un núcleo expuesto de un planetesimal que nunca se desarrolló por completo.
Con este hito en las comunicaciones espaciales, la NASA no solo mejora la eficiencia de futuras misiones, sino que también abre nuevas posibilidades para la transmisión de datos desde regiones del espacio aún inexploradas. Lo que hoy fue un simple video de un gatito, mañana podría ser la clave para recibir imágenes y datos vitales desde los confines del sistema solar.
Este avance demuestra que el futuro de la exploración espacial no solo depende de llegar más lejos, sino también de cómo nos mantenemos conectados a medida que cruzamos nuevas fronteras.