El análisis de los datos económicos más recientes revela una tendencia alentadora en el frente de la inflación en Argentina.
Según los relevamientos de alta frecuencia realizados por consultoras privadas, la inflación ha finalizado levemente por debajo de los dos dígitos en la primera quincena de abril, mensualizada.
Este resultado es especialmente notable considerando el impacto del aumento de los servicios públicos y la persistente desaceleración en el sector de alimentos.
Una de las noticias más destacadas es la desaceleración registrada en el rubro de alimentos. Según los datos de la consultora Eco Go, la inflación en alimentos fue del 0,2% en la segunda semana de abril, marcando el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia.
Esta tendencia se proyecta a continuar hasta fin de año, aunque el margen de esta disminución dependerá de varios factores, incluyendo la gestión del gasto público y la estabilidad del tipo de cambio.
Por otro lado, el programa de ajuste fiscal implementado por Javier Milei está cobrando relevancia en este contexto económico. A pesar de la caída en la actividad y el poder adquisitivo, este programa podría acercar al Gobierno a perforar una barrera importante en la lucha contra la inflación.
El respaldo del Fondo Monetario Internacional a este proceso destaca su importancia y su potencial para restaurar la estabilidad macroeconómica en el país.
Las consultoras privadas, como la Fundación Libertad y Progreso (LyP), han observado una desaceleración significativa en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante la primera mitad de abril.
Se proyecta que esta tendencia continúe, con una estimación de inflación mensual que podría situarse en un solo dígito por primera vez desde octubre de 2023.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los ajustes de precios en servicios públicos y otros sectores regulados podrían seguir contribuyendo a la inflación en los próximos meses.
Por su parte, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está observando de cerca la evolución del “IPC Núcleo”, que excluye los ajustes en tarifas y otros elementos estacionales.
Esta medición ha mostrado una desaceleración en marzo, lo que ha llevado a la entidad a ajustar las tasas de interés para mantener la estabilidad financiera.
El Fondo Monetario Internacional ha mantenido sus proyecciones de recesión e inflación para la economía argentina este año.
Se espera una caída del PBI del 2,8% y una inflación acumulada del 150%, con un panorama de recuperación marcada y una desaceleración inflacionaria significativa para 2025.
Sin embargo, el desempleo podría aumentar al 8% de la población económicamente activa.
El economista jefe del FMI ha elogiado los esfuerzos del Gobierno argentino para estabilizar la economía, especialmente a través de un plan de ajuste fiscal ambicioso.
Se destaca la importancia de mantener una política económica firme y continuar con las reformas necesarias para lograr una recuperación sostenida.
El éxito continuo dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener políticas económicas sólidas y gestionar eficazmente los factores que influyen en la inflación y el crecimiento económico.