INCAA: más de 100 películas que pagó el estado tuvieron menos de 1.000 espectadores

Algunas incluso no superaron los 10 espectadores.

El Gobierno nacional ha anunciado una serie de significativos cambios en la financiación del cine argentino con el objetivo de optimizar el uso de los recursos estatales y garantizar una mayor eficiencia en su utilización. Según un comunicado del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, “el Gobierno decidió no financiar más películas que prácticamente no lograron captar la atención de los espectadores”.

Esta decisión se tomó después de analizar las cifras de espectadores de las producciones subsidiadas por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) durante 2023: más de 100 películas que recibieron fondos tuvieron menos de 1.000 espectadores cada una, e incluso algunas no superaron los 10 espectadores¹.

El nuevo enfoque de financiación, anunciado mediante el decreto 662/24, introduce modificaciones sustanciales en la distribución de subsidios para el cine nacional. Estas medidas fueron acordadas en colaboración entre la Secretaría de Cultura, dirigida por Leandro Cifelli, el INCAA, bajo la dirección de Carlos Pirovano, y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger. La reforma busca maximizar el beneficio tanto para los contribuyentes como para los espectadores.

Algunos de los cambios más significativos establecidos por el decreto son:

1. Financiamiento propio: Las producciones que busquen obtener subsidios deberán financiar al menos el 50% de sus proyectos con recursos propios.
2. Tope máximo al financiamiento: Se ha introducido un límite máximo al financiamiento de cada producción para evitar que unos pocos proyectos acaparen los recursos estatales año tras año.
3. Restricción para productoras: Aquellas productoras que hayan recibido subsidios no podrán solicitar más recursos públicos durante el año siguiente a la finalización de su proyecto.
4. Criterios presupuestarios del INCAA: Los fondos destinados a gastos corrientes, estructurales y de funcionamiento no podrán superar el 20% de los ingresos del organismo.

Estas medidas buscan reordenar los gastos y promover la escuela de cine, la búsqueda de nuevos talentos y una producción audiovisual competitiva en Argentina. El cine nacional se enfrenta a un cambio significativo en su financiamiento, con el objetivo de asegurar una mayor calidad y relevancia para los espectadores y la sociedad en general.