La creciente digitalización de las transacciones ha facilitado la vida de muchos, pero también ha dado lugar a nuevas modalidades de estafas.
En un lamentable episodio, un vecino denunció haber sido víctima de un engaño relacionado con el alquiler de una vivienda, perdiendo un total de 580.000 pesos.
El incidente comenzó con un anuncio publicado en Facebook, ofreciendo una casa en calle Rivadavia. El vecino, atraído por la oferta, contactó al supuesto propietario a través de Messenger, y posteriormente continuaron la comunicación por WhatsApp.
El estafador presentó una propuesta aparentemente legítima: el alquiler de la propiedad por tres años, solicitando una seña inicial para “reservar” el inmueble.
Tras realizar una transferencia inicial, el denunciante fue persuadido para pagar el saldo completo del alquiler, además de honorarios para un supuesto escribano, con la promesa de recibir un precontrato y coordinar una visita a la vivienda.
En total, el denunciante realizó múltiples transferencias hasta alcanzar los 580.000 pesos. Tras enviar el último pago, el contacto desapareció: los mensajes dejaron de recibir respuesta y fue bloqueado en todas las plataformas de comunicación.
Este caso pone de manifiesto la importancia de actuar con precaución al realizar transacciones en línea. Para evitar caer en este tipo de engaños, es fundamental seguir algunas recomendaciones:
Tras este lamentable hecho, es clave que las víctimas realicen la denuncia correspondiente ante las autoridades policiales y judiciales. Además, la educación digital y la promoción de buenas prácticas en transacciones en línea son esenciales para prevenir futuros incidentes.
El caso de este vecino nos recuerda que, aunque la tecnología ofrece grandes ventajas, también exige una dosis extra de precaución y escepticismo. Si tiene dudas sobre una oferta, consulte con expertos o busque asesoramiento legal antes de proceder.