La Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro ha decidido enviar a juicio a ocho imputados acusados de homicidio simple con dolo eventual en relación a la muerte de Diego Maradona, ocurrida en noviembre de 2020. Las acusaciones giran en torno a su atención médica en una vivienda de Tigre, en el norte del conurbano bonaerense, donde finalmente falleció.
Este jueves, la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro ha emitido una decisión significativa en el caso de la muerte de Diego Maradona, uno de los íconos más destacados en la historia del fútbol.
La resolución implica que ocho personas imputadas en relación a su fallecimiento serán llevadas a juicio, acusadas de homicidio simple con dolo eventual.
Las acusaciones se centran en la supuesta “internación domiciliaria” de Diego Maradona en una vivienda ubicada en Tigre, en la provincia de Buenos Aires, donde finalmente perdió la vida en noviembre de 2020.
Los imputados enfrentan cargos relacionados con la atención médica proporcionada al exfutbolista y entrenador durante sus últimos días.
Los ocho imputados en el caso son:
1. Leopoldo Luciano Luque, neurocirujano.
2. Agustina Cosachov, psiquiatra.
3. Carlos Ángel Díaz, psicólogo.
4. Nancy Edith Forlini.
5. Gisella Dahiana Madrid, enfermera.
6. Ricardo Omar Almirón, enfermero.
7. Mariano Perroni, jefe de enfermeros.
8. Pedro Pablo Di Spagna, médico clínico.
El delito de homicidio simple con dolo eventual prevé una pena en la legislación argentina que oscila entre 8 y 25 años de prisión.
La causa ha suscitado un gran interés público y atención mediática, especialmente debido a las alegadas irregularidades en la atención médica de Maradona en los últimos días de su vida.
Los hijos de Diego Maradona, Dalma, Giannina, Jana, Diego Fernando y Diego Junior, han buscado justicia en este caso, expresando su preocupación por las circunstancias que rodearon la muerte de su padre.
La autopsia determinó que Maradona falleció debido a un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y se descubrió que tenía una “miocardiopatía dilatada”. Además, el exjugador había luchado contra problemas de adicción al alcohol.
Maradona había sido ingresado en una clínica en La Plata a principios de noviembre de 2020 debido a problemas de salud, y posteriormente fue trasladado a una casa en Tigre, donde recibió atención médica.