En una visita a la ciudad italiana de Trieste, el papa Francisco advirtió sobre las “tentaciones ideológicas y populistas” que amenazan la democracia en todo el mundo.
Durante su discurso en la 50ª Semana Social organizada por la Iglesia italiana, el pontífice expresó su preocupación por el estado actual de la democracia y señaló varios desafíos:
El papa denunció la corrupción, la ilegalidad y las distintas formas de exclusión social como heridas que afectan a la sociedad. La cultura del descarte, que margina a los pobres, los enfermos y los más vulnerables, es un obstáculo para el bien común.
Sin mencionar países específicos, Francisco alertó contra las ideologías seductoras que pueden llevar a negarse a uno mismo. La democracia no se reduce al simple voto del pueblo; requiere condiciones para que todos puedan expresarse y participar.
El papa instó a alejarse de la polarización y a fortalecer la democracia, recordando que está en juego el bienestar de la humanidad. En un mundo donde la abstención electoral aumenta, es crucial educar a los jóvenes para resistir las tentaciones populistas y defender un sistema que promueva la participación de todos.