En la ciudad de Rafaela, dos incidentes viales marcaron la jornada, recordándonos que la vida en la carretera puede ser impredecible y, a veces, sorprendente. A continuación, detallamos los acontecimientos que mantuvieron en vilo a los servicios de emergencia y a los vecinos de esta comunidad.
En las primeras horas de la mañana, el Cuerpo de Guardia Infantería recibió una llamada urgente del servicio de emergencias 911. El motivo: un automóvil varado en la banquina de la Ruta 34, cerca del kilómetro 228. Al llegar al lugar, los uniformados se encontraron con dos individuos que relataron una historia inusual.
Según su testimonio, un animal se cruzó en su camino, y al intentar esquivarlo, terminaron empantanados. Por fortuna, no sufrieron heridas, pero su vehículo quedó atrapado en el barro. El personal de emergencia no dudó en brindarles asistencia para liberar el automóvil y permitirles continuar su camino.
Por la tarde, la Sección CANES de Rafaela realizaba sus habituales recorridas cuando recibieron una nueva alerta del 911. Esta vez, el escenario era la intersección de las calles S. Iriondo y Lorenzatti. Allí, una motocicleta conducida por un joven de 18 años y su hermano colisionó con un perro que se cruzó inesperadamente.
El impacto fue inevitable, y los jóvenes motociclistas resultaron con lesiones leves. El equipo médico del 107 acudió rápidamente para asistirlos. La Comisaría Seccional Nº 13 tomó el control de la situación, siguiendo los protocolos establecidos para estos casos.