El positivo por dopaje del futbolista argentino Alejandro Papu Gómez ha generado una serie de interrogantes en el mundo del deporte. ¿Por qué pudo jugar en el Mundial si ya había dado positivo? Además, la tardanza en la sanción ha llamado la atención. Para entender estos aspectos, es necesario analizar la normativa de la agencia española antidopaje (CELAD), que es la responsable del control y la gestión de los resultados.
El caso del futbolista argentino Alejandro Papu Gómez y su positivo por dopaje ha generado preguntas y debates en el mundo del deporte. Algunas de las interrogantes más destacadas giran en torno a por qué el jugador pudo participar en el Mundial a pesar de dar positivo y por qué se ha demorado casi un año en conocerse su sanción. Para entender estos aspectos, es importante analizar la normativa de la agencia española antidopaje (CELAD), que está a cargo de los controles y la gestión de los resultados.
Un elemento clave en este caso es la sustancia por la que Gómez dio positivo: la terbutalina. Se trata de una sustancia específica, lo que significa que, aunque esté prohibida, su uso puede autorizarse mediante una Autorización de Uso Terapéutico (AUT) previa o, en casos excepcionales, retroactivamente, siempre que se cuente con un informe médico completo que lo respalde.
Esta característica es fundamental, ya que los positivos por sustancias específicas no implican automáticamente una suspensión provisional, a diferencia de las sustancias no específicas como la EPO. En otras palabras, Papu Gómez no fue suspendido provisionalmente tras su positivo, lo que le permitió seguir compitiendo, incluyendo su participación en el Mundial.
La demora en la sanción también ha despertado cuestionamientos. Según la normativa, la CELAD tiene un plazo de un año para resolver un caso desde la apertura del expediente disciplinario. Por lo tanto, el comité sancionador debe publicar su resolución antes de que se cumpla ese plazo. El retraso en el caso de Papu Gómez es evidente y puede deberse a diversos factores, como la fecha en la que se conoció el resultado del control.
Además, es relevante destacar que la duración de la sanción de dos años para los positivos por sustancias específicas, como la terbutalina, es la máxima permitida. El jugador argentino podría haber evitado esta sanción si hubiera revelado su consumo durante el control antidopaje, lo que habría permitido tomar en consideración un atenuante por el reconocimiento de su consumo.
En resumen, el caso de Alejandro Papu Gómez plantea importantes cuestiones sobre los procesos y plazos en los casos de dopaje en el deporte. La interpretación de la normativa de la agencia antidopaje y la demora en la resolución del caso han generado debates y controversias en el mundo del fútbol.