El Gobierno argentino, a través del jefe de Gabinete Guillermo Francos, advirtió que durante el próximo verano habrá cortes de luz programados debido a la escasez de suministro energético.
Esta medida, según Francos, es resultado de la alta demanda esperada, unida a la falta de inversión en infraestructura energética en los últimos años.
“Si viene un verano con temperaturas elevadas, la demanda de energía eléctrica será muy alta, y dado que no hubo inversiones suficientes, faltará capacidad de generación”, afirmó Francos en una entrevista radial.
Esta situación no es nueva, sino que es parte de un legado que el gobierno actual, liderado por Javier Milei, ha heredado de administraciones anteriores.
El funcionario dejó claro que esta falta de previsión e inversión en infraestructura se ha convertido en una urgencia nacional. “Hay que encarar inversiones serias, no podemos seguir sujetos a la improvisación”, advirtió.
Esto no solo implica la necesidad de mejorar la capacidad de generación de energía, sino también de optimizar la transmisión y distribución eléctrica.
Ante este panorama, el gobierno está buscando alternativas para reducir el impacto de los cortes programados, especialmente en sectores clave como el productivo e industrial.
Se espera que haya acuerdos con estos sectores para manejar los cortes de manera que afecten lo menos posible el normal desarrollo de sus actividades.
Francos señaló que este será uno de los grandes desafíos del verano, pero subrayó la importancia de planificar con anticipación para mitigar las consecuencias de la escasez energética.
El jefe de Gabinete también defendió los aumentos en las tarifas energéticas, argumentando que, de lo contrario, el costo lo tendría que absorber el Estado.
“Si no hay generación razonable, no se le puede pedir a nadie que invierta. La política del Estado es ir eliminando los subsidios para evitar endeudamientos, emisión y, en consecuencia, inflación”, aseguró.
La eliminación gradual de subsidios busca aliviar la presión fiscal y reducir los desequilibrios macroeconómicos que han afectado gravemente a la economía argentina, pero también ha generado malestar en la población por el aumento en los costos de los servicios básicos.
A comienzos de este mes, el secretario de Energía y Minería, Daniel González Casartelli, también había advertido que el próximo verano será “complicado” en materia energética, debido a las limitaciones tanto en generación como en transmisión de electricidad.
González Casartelli, quien reporta al ministro de Economía Luis Caputo, apuntó que la capacidad de transmisión eléctrica es uno de los principales cuellos de botella.
A esto se suman las fluctuaciones en la generación eléctrica, dependientes tanto de las temperaturas como de las condiciones hídricas del país, lo que puede agravar la situación.
Para mitigar estos problemas, el gobierno ha organizado un comité que ya está trabajando en soluciones, aunque González Casartelli advirtió que “las soluciones de fondo tomarán tiempo”.
En su opinión, la crisis energética es una consecuencia directa de la falta de dólares y las restricciones macroeconómicas.
Uno de los temas recurrentes en el discurso de González Casartelli fue el potencial de Vaca Muerta, uno de los reservorios de hidrocarburos no convencionales más importantes del mundo.
A pesar de los desafíos actuales, el funcionario se mostró optimista respecto a que las medidas que se están tomando permitirán alcanzar el potencial completo de Vaca Muerta.
“Soy optimista porque el Gobierno está trabajando en medidas de fondo y no en soluciones cosméticas que no abordan el problema real”, afirmó.
Además, destacó que las restricciones actuales han afectado la competitividad y el desarrollo del sector energético, pero confía en que, con el tiempo, las políticas implementadas revertirán esta situación.