El agresor, de 31 años, fue detenido. El menor está internado en el Hospital de Niños, fuera de peligro.El miércoles por la tarde, Córdoba fue testigo de un violento ataque que dejó a un niño de 11 años herido mientras pedía dinero en un semáforo de una esquina concurrida. El incidente, captado por una cámara de seguridad, culminó con la rápida detención del agresor por parte de la Policía.
El atacante, identificado como Maximiliano Arias, un hombre de 31 años en situación de calle, fue arrestado poco después del ataque. Las investigaciones revelaron que la agresión tuvo como motivo una disputa territorial.
Arias, quien habitualmente pedía dinero en la misma intersección, enfureció al encontrar al niño ocupando su lugar tras una breve ausencia. Bajo el efecto de drogas, según informaron fuentes policiales, arremetió contra el menor.
Detalles del ataque
El brutal ataque ocurrió alrededor de las 16.30 horas en el barrio Ituzaingó, en la intersección de las avenidas Amadeo Sabatini y Juan Vucetich. Las imágenes de la cámara de seguridad muestran a Arias corriendo entre los vehículos, esquivando el tráfico y apuñalando al niño sin previo aviso, antes de darse a la fuga.
La intervención de los operadores del sistema de emergencias fue crucial. La Policía, tras montar un operativo, logró arrestar a Arias cerca del lugar del incidente. Testigos señalaron que Arias solía limpiar los vidrios de los automóviles en las mismas avenidas donde el niño pedía dinero, lo que explica la disputa por el lugar.
La situación del menor
El niño herido fue llevado rápidamente al dispensario del barrio Ciudad de Mis Sueños por su tío en un Ford Focus gris. Después de una evaluación inicial, fue trasladado al Hospital de Niños, acompañado por su abuela. Afortunadamente, la herida no puso en riesgo su vida y actualmente se encuentra fuera de peligro.
Arias, quien no tenía antecedentes penales, fue trasladado a una comisaría y quedó a disposición de la fiscalía de turno. Un comerciante de una verdulería cercana comentó que Arias vivía en un asentamiento próximo al lugar del ataque y era habitual verlo pidiendo dinero en la zona. Este contexto de vulnerabilidad y marginalidad, agravado por el consumo de drogas, parece haber desencadenado la violenta reacción de Arias.