El panorama económico en Argentina se ve nuevamente sacudido por el anuncio de un próximo incremento en los precios de los combustibles.
A partir del primero de abril, se espera que los precios en todas las estaciones de servicio del país aumenten casi un 5%, generando preocupación en los empresarios estacioneros y despertando temores por una posible caída en las ventas en los surtidores.
Este aumento responde a la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), según lo decidido por el Gobierno nacional.
Estos impuestos deben ajustarse mensualmente hasta ponerse al día, y para lograrlo se ha dispuesto un esquema de traslado de los cargos tributarios pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023. Los incrementos pendientes para los meses de abril y mayo próximos se suman a esta situación.
A partir de junio, se espera que el Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía implementen un nuevo esquema de actualización del ICL y el IDC, lo que podría traer consigo nuevas repercusiones en el sector y en los precios finales de los combustibles.
El último aumento, que se aplicó recientemente, fue de un promedio del 7,5% en todo el país. De esta cifra, el 4,4% correspondió a la actualización por impuestos, mientras que el resto del incremento se atribuyó a factores como la subida de los biocombustibles, la variación del tipo de cambio y el precio del crudo internacional. Este panorama refleja la complejidad y la multiplicidad de factores que inciden en la formación de los precios de los combustibles en Argentina.
Ante este escenario, tanto consumidores como empresarios del sector petrolero estarán atentos a cómo evolucionan los precios en los próximos meses y cómo impactará esta nueva suba en la economía general del país.
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