Hoy se conmemora el 71° aniversario del fallecimiento de Rosario Vera Peñaloza, figura fundamental en la educación argentina. Cada 28 de mayo se celebra en su honor el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de los y las docentes de Nivel Inicial.
Rosario Vera Peñaloza, destacada docente y pedagoga argentina, dejó una huella indeleble en el sistema educativo del país. En este 71° aniversario de su fallecimiento, recordamos y celebramos sus aportes y su compromiso inquebrantable con la educación infantil.
Nacida el 25 de diciembre de 1873 en Atiles, La Rioja, Rosario Vera Peñaloza dedicó su vida a la enseñanza y a la formación de los más pequeños. Fue una pionera en la educación preescolar, fundando el primer jardín de infantes de Argentina en su pueblo natal. Esta hazaña le valió el reconocimiento como la “Maestra de la Patria”.
Vera Peñaloza comprendía la educación como un proceso integral que debía iniciarse en los primeros años de vida. Para ella, la educación infantil no solo se trataba de la formación académica, sino también de fomentar la creatividad, la exploración y el juego. “El juego es la vida del niño. En él ejercita su actividad innata y muestra sus gustos y sus tendencias, su sentir”, solía decir. Su enfoque revolucionario se reflejaba en su método de enseñanza, basado en las ideas de pedagogos como Pestalozzi, Froebel y Montessori.
Tras graduarse como Maestra Normal en 1888 y Profesora Normal en 1894, Rosario continuó su formación especializándose en educación preescolar. En 1900, fundó el Jardín de Infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de muchos jardines que establecería en todo el país. Su labor incansable la llevó a ocupar importantes cargos como Inspectora de Educación Física y directora de la Escuela Normal N° 1 “Roque Sáenz Peña” en Buenos Aires.
Entre sus múltiples contribuciones, destaca la creación del Museo Argentino para la Escuela Primaria, ubicado en el Instituto Félix Bernasconi. Este museo, que perdura hasta hoy, se centró en la geografía como eje transversal del conocimiento.
Rosario Vera Peñaloza falleció el 28 de mayo de 1950 en Chamical, La Rioja, mientras se encontraba brindando un curso a docentes. Su legado sigue vivo, no solo en las instituciones que fundó y dirigió, sino también en el corazón de cada docente y estudiante que se beneficia de sus enseñanzas y principios.
En reconocimiento a su legado, cada 28 de mayo se celebra el Día Nacional de los Jardines de Infantes y de los y las docentes de Nivel Inicial. Esta fecha no solo honra la memoria de Rosario Vera Peñaloza, sino que también destaca la importancia de la educación inicial como cimiento del desarrollo personal y social.
Su vida y obra fueron inmortalizadas en la zamba “Rosarito Vera, maestra”, compuesta por Félix Luna y Ariel Ramírez, un homenaje musical que resuena con el espíritu de una mujer que dedicó su vida a enseñar y a enriquecer el sistema educativo argentino.
En este día, celebramos no solo a una educadora excepcional, sino también a todos aquellos que, inspirados por su legado, continúan trabajando para construir un futuro mejor a través de la educación de los más pequeños.
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